Decidimos pasar unos días en Andorra sin haberla conocido previamente, así que nos decidimos por alojarnos en esta casa rural. Desde el minuto uno, Olga, la anfitriona, nos hizo sentir como en casa. La casa está ubicada en la Cortinada, en medio de la naturaleza pero cerca de la carretera principal. En Andorra, nada está lejos, por lo que estar en la Cortinada o en Andorra la Vella es lo mismo. La paz y la tranquilidad que se respira en esta zona es muy agradable. La casa cuenta con parking privado, aunque la calle es estrecha debido a su antigüedad.

Por poner un comentario, me gustaría que tuvieran un cargador para coche eléctrico.

La ubicación es perfecta, rodeada de naturaleza y alejada del bullicio de la ciudad. Además, cuenta con terrazas en el exterior que ofrecen vistas impresionantes. Las habitaciones están bien cuidadas y decoradas con buen gusto, y los baños son amplios y espaciosos. El desayuno es variado y se puede disfrutar de infusiones, cafés y frutas.

Aunque los espacios comunes son acogedores, las habitaciones no están bien aisladas y se puede llegar a escuchar a otros huéspedes.

El lugar es encantador, con habitaciones increíbles y estancias comunes bien decoradas. El desayuno variado y acceso a infusiones, cafés y fruta siempre disponibles. Ubicado en el barrio más antiguo de un pequeño pueblo, rodeado de arquitectura típica andorrana. Mónica, la anfitriona, es muy amable y servicial.

Nuestra estancia en Cal Batlle Casa Rural fue excepcional. La casa está situada en un lugar tranquilo y hermoso, a solo 15 minutos del centro de Andorra. Olga, la encargada de la casa, fue extremadamente amable y atenta en todo momento. Nos sentimos como en casa gracias a su cálido y acogedor trato. La habitación estaba decorada con encanto y tenía todas las comodidades necesarias, aunque el colchón era un poco duro para mi gusto. Disfrutamos de un completo desayuno y la conexión wifi era muy potente. Aunque las habitaciones no eran muy insonorizadas, los huéspedes respetaban las normas de silencio, lo que permitía un descanso placentero. En general, recomendaría este lugar para visitar Andorra.

El único inconveniente que encontramos fue tener que pagar un extra si llegábamos después de las 20:00. Si veníamos de lejos y de otras ciudades, era imposible llegar antes de la hora de la cena.

Experiencia genial en Cal Batlle! Atención excelente, vistas impresionantes, ubicación perfecta, casa acogedora con detalles cuidados. Desayuno variado y delicioso. Recomendada al 100%, ¡repetiremos!

Sin problemas.

Desde el momento en que llegamos, nos sentimos como en casa gracias a la cálida bienvenida que recibimos. La habitación era amplia y acogedora, con una cómoda cama king-size y un baño privado impecable. Además, cada día nos dejaban una botella de agua fresca y vasos en la habitación, lo cual fue un detalle encantador. El desayuno era una delicia, con una amplia variedad de productos locales y caseros que disfrutamos cada mañana. La decoración de la casa rural era simplemente preciosa, hasta el último detalle estaba cuidado con esmero. Además, pudimos disfrutar de la compañía de cabras, vacas y perros en la zona, lo cual añadió una dosis de diversión y alegría a nuestra estancia. nos sorprendió gratamente la cercanía de varios restaurantes de calidad y asequibles a pocos metros de distancia. Aunque el acceso en coche al establecimiento era complicado al principio, una vez nos acostumbramos, no fue un problema. En resumen, Cal Batlle Casa Rural es un lugar ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad del entorno. La amabilidad y hospitalidad del personal, especialmente de Olga, fueron un punto destacado de nuestra experiencia. Nos hicieron sentir como en familia y se preocuparon por cada detalle para que nuestra estancia fuera perfecta. Sin duda, recomendaremos este hotel a todos nuestros conocidos.

mi estancia en la casa rural de La Cortinada superó todas mis expectativas. Es acogedora, limpia y cuidada en el mínimo detalle. Además, pude disfrutar de largos paseos con mi perro y el trato amable de la casera, Mónica, hizo que mi viaje fuera espectacular. Sin duda, repetiré.

Nos sentimos como en casa! La casa es preciosa, con una reforma y una decoración muy acogedora. El trato de Olga fue inmejorable, realmente nos hizo sentir como en familia. Además, el entorno es fantástico para descansar y desconectar. Disfrutamos mucho del sonido del arroyo y de pasear por los alrededores. disfrutamos de un delicioso desayuno cada mañana, con productos caseros y de calidad. La ubicación es idílica, rodeada de naturaleza y con muchas rutas para explorar. ¡Sin duda repetiremos esta experiencia!

Un aspecto que nos llamó la atención es que no limpiaban la habitación a diario. Aunque lo comentamos con ellos y se ofrecieron a limpiar sin problemas.

Ubicación idílica en medio de la naturaleza

Habitaciones bonitas y cómodas. Desayuno casero y variado.- Atención amable y atenta de la anfitriona

Para ser sincero, nada que no me haya gustado.

El hotel cuenta con cinco habitaciones, lo cual permite tener mucha tranquilidad. Las habitaciones están muy cuidadas y bien decoradas. El baño es amplio y espacioso. El desayuno es variado y se tiene acceso a infusiones, café y fruta. La ubicación es muy buena, en el barrio más antiguo de un pequeño pueblo rodeado de arquitectura típica andorrana. hay restaurantes y bares en el pueblo donde se puede comer o cenar. Destacaría la amabilidad y disponibilidad en todo momento de Mónica, la anfitriona, que ayuda en todo lo necesario tanto en planes turísticos como en lugares para comer.

Me sentí a gusto, no he tenido ningún inconveniente.

Ubicación idílica en medio de la naturaleza. Desayuno casero variado y de calidad. Trato amable y familiar. Habitaciones limpias y acogedoras. Parking exterior cubierto.¡Repetiremos!

Una estancia inolvidable en un lugar encantador. Nuestra perrita fue tratada como parte de la familia y pudimos disfrutar de su compañía durante todo el viaje. La ubicación era idílica, rodeada de naturaleza y con muchas rutas para explorar. El desayuno casero fue variado y de calidad. Además, el trato amable de Mónica, la casera, hizo que nos sintiéramos como en casa. Sin duda, repetiremos esta experiencia espectacular. En general, recomendaría este hotel sin dudarlo.

Pasé un día en este encantador hotel junto al río y quedé enamorado. La ubicación es excepcional, con vistas preciosas y la posibilidad de pasear por la zona. La casa tiene un encanto especial con su estilo chic-rústico y muchos detalles que la hacen muy agradable. El desayuno fue delicioso y Mónica, la anfitriona, fue muy amable y nos ayudó en todo lo que necesitamos. Además, pudimos llevar a nuestros dos perros y se agradece que permitan mascotas. cabe mencionar el restaurante enfrente, donde comimos las mejores pizzas del mundo y también aceptan mascotas.

De verdad que lo recomiendo.

Me quedé en una habitación de la planta principal, con todas las comodidades necesarias. El baño era espacioso y limpio. El desayuno era increíble, con una gran variedad de opciones y zumos naturales preparados al momento. Además, las zonas comunes eran acogedoras y decoradas con buen gusto. había terrazas exteriores para disfrutar de las vistas y la ubicación en un barrio antiguo de un pequeño pueblo era perfecta.

No limpiaban la habitación a diario, pero al comentarlo, ofrecieron limpiarla sin problemas.

Un lugar espectacular para desconectar del mundo. Cerca de la estación de esquí y con un ambiente rural encantador. La casona del XVI está rehabilitada y cuidada con mucho detalle. Mónica, la encargada, es una gran guía y prepara un delicioso desayuno. Las habitaciones son grandes, bien aisladas y con cuidado en los detalles. Hay parking gratuito y dos restaurantes cerca. Se aceptan perros.

Me sentí muy relajado, no tengo ninguna queja.